Quaerendo invenietis…
En mayo de 1747 se dio lugar uno de los hitos más sorprendentes de la capacidad humana. Carl Philip Emmanuel Bach, hijo de Johan Sebastian, era músico empleado en la corte de Federico el Grande de Prusia. El monarca, hombre universal y versado en distintas artes, había escuchado en múltiples ocasiones hablar del genio de Johan Sebastian Bach. Guiado por la curiosidad Federico el Grande mandó llamar al músico a su corte quien, ante sus atónitos invitados dio gala de sus habilidades únicas que le han dado su lugar en la historia como genio universal.
Después de tocar grandes obras, le pidieron improvisar, así lo hizo, los invitados de la corte no daban crédito a lo que escuchaban. El Rey Federico, tomó una partitura y escribió una melodía en ocho compases utilizando diferentes notas cromáticas fuera de la escala diatónica sabiendo que improvisar música polifónica sería una proeza casi imposible. Bach observó la melodía y comenzó a tocarla, improvisando una fuga a tres voces sobre la melodía escrita por el rey. ¿Cuál es la probabilidad de en el universo conocido exista un ser humano con la capacidad de improvisar sobre una melodía compleja una fuga a tres voces como si caminara por el parque?
El rey Federico II impresionado le pidió a Bach improvisar una fuga a seis voces sobre la misma melodía a lo que Bach respondió que necesitaba escribir sobre la compleja melodía para poder sobreponer las seis voces, sin embargo comenzó a improvisar una melodía más simple y terminó ejecutando una fuga a seis voces.
Johan Sebastian Bach regresó a Liepzig, donde escribió el Thema Regium (Tema del rey) y le envío además 20 temas escritos con la melodía que Federico el Grande escribió sobre la partitura aquella tarde con el título de Quaerendo invenietis (Buscad y encontraréis…)
Federico el Grande fue iniciado a la masonería en Brunswick la noche del 14 de agosto de 1738, dos años antes de ascender al trono.
El título de las obras que envió Bach a Federico el Grande debieron resonar en su mente mientras atónito se maravillaba del talento de aquel modesto músico padre de familia.
En un programa de divulgación científica preguntaron al Biólogo Lewis ¿Qué objeto elegiría para representar a la humanidad en caso de un contacto con seres extraterrestres? Sin pensarlo respondió:
-Les enviaría un disco con las obras completas de Johan Sebastian Bach, después reflexionó un momento y corrigió: no esperen, eso sería presumir.
Es cuanto.
